Hoy hemos dejado nuestros trabajos

Tranquilo. Frena. No te aprises.

Esto no es un anuncio de vuelta al mundo. Esto es solo un paso más hacia la libertad y perseguir nuestros sueños.

Hoy hemos dejado nuestros trabajos…

Esa oficina que ya teníamos muy vista para hacer unas tareas que no ocupaban ni el 50% de nuestra mente. La verdad es que el 90% estaba ocupado por carreteras, ciudades y paisajes aún por descubrir.

Hoy hemos dejado nuestros trabajos…

Pero esta decisión estaba tomada desde hace siete meses, aunque había nacido en nuestra cabeza desde hace mucho más. Para la mayoría no será mucho tiempo, dado que esto se suele planear con un año o dos de antelación. Para nosotros estos siete meses han sido una eternidad donde nos hemos capado miles de conversaciones e ideas de nuestra libertad para no ansiarnos más a que llegase este momento.

“De acuerdo, habéis dejado vuestros trabajos pero no os vais a dar la famosilla vuelta al mundo. Entonces, ¿qué?“

Entonces… a partir de ahora vamos a ser dueños de nuestras decisiones.

Durante los últimos dos años hemos vivido en Madrid, la cual nos ha dado un trabajo y estabilidad. Una estabilidad inestable. A partir de diciembre será Barcelona nuestra base de operaciones. ¿Por cuánto tiempo? No lo sabemos. Pero poco.

De hecho, apenas estamos arrancando este plan que ya hay otro a la vista.

Hoy hemos dejado nuestros trabajos…

Cansados de la monotonía, de la rutina, de la negatividad y la matanza de sueños que se lleva a cabo en una gran ciudad trabajando en una oficina en algo que, ni en un remoto y desdichado mundo pensabas que podrías acabar haciendo.

Nos hemos quemado y mucho. Hemos llegado a momentos en los cuales dudábamos de que queríamos hacer, de quienes éramos como personas y qué hacíamos juntos.

Habíamos perdido nuestro norte.

Lo que no sabíamos era que el norte está nosotros mismos, nuestros deseos y ambiciones.

Lo siento Madrid, pero no hemos sabido hacerlo. No hemos sabido encontrar ese hueco para nosotros.

Madrid nos quemaba, tanto que incluso nos ardían los bolsillos. Creernos que no era por derrochar dinero.

Con un sueldo de 800€ ya nos sentíamos muy MUY agraciados por poder pagar las facturas y viajar. Eso era todo. No había ni un euro para evolucionar, mejorar, formarse, crecer, invertir en un par de proyectos que estábamos lanzando…

Así que ahora vamos a dedicarnos al 100% a nosotros. A esos impulsos que nos hacen sonreír. A esos sueños que te despiertan con una sonrisa. Vamos a mimarnos un poquito. Pero, el futuro dirá.

No nos hagáis muchas preguntas porque ni nosotros tenemos mucha idea de lo que ocurrirá. Lo importante es que sabemos lo que queremos. El camino tanto da. Lo iremos allanando según la marcha.

Hablando en plata: Estábamos hasta las pelotas de sucumbir a lo que esta sociedad y sistema encuentra normal para no encontrarte con ser el bicho raro en la oficina, en la familia o en el grupo de amigos por pensar diferente. Porque creemos que el vivir es mucho más que asentar tu rutina y porque todos tenemos nuestro viaje que hacer en la vida.

Hoy hemos dejado nuestros trabajos.

No vais a notar diferencia (por ahora) en el canal y aquí, en el blog. El próximo mes estaremos de viaje.

Noviembre será un mes dedicado a la reflexión y a un destino: Japón.

Japón es, de algún modo, la unión entre nosotros dos. Ese país que, a modo individual, ambos soñábamos en visitar desde pequeños. Al principio nos capturó su anime, luego nos cautivaron sus mangas y finalmente nos conquistó su cultura.

Aún recordamos nuestros tiempos mozos, cuando nos conocimos trabajando en una asociación cultural asiática. Japón nos tenía enamorados e hizo que nos enamoráramos el uno del otro.

Ahora veremos si nos enamoran sus personas.

En diciembre iremos a nuestra base de operaciones, Barcelona, para empezar esa vida nómada. Esa vida de culo inquieto. No alquilaremos un piso y mucho menos nos compraremos una casa. Viviremos aquí y allí. Tranquilos, no bajo un puente. Una vez más, el futuro dirá.

Nuestro viaje no sabemos si empieza hoy o es solo el preparativo.

De algún modo, se había acabado el amor. Se había acabado la chispa entre nosotros y la vida que llevábamos. Necesitamos que volvamos a querer la vida que tenemos. Que todos los días tengamos ganas de levantarnos y hacer algo nuevo.

Lo emocionante es que ahora pensamos en nuestra vida de aquí a un mes y, ¿sabes qué? No sabemos cómo será y eso ¡es la hostia! Pero sabemos que será mejor.

Hace unos meses sabíamos que nuestra vida iba a ser siempre igual a menos que moviéramos el culete. ¡Y vamos si lo hemos movido!

Dicho esto, ya nos callamos. Era algo que necesitábamos contarte y dejar plasmado en algún lugar.

¿Qué haremos mañana? No lo sabemos y es LA HOSTIA.